domingo, 4 de marzo de 2012

BIOGRAFÍA

Fué en diciembre de 1999 cuando entré por primera vez en un taller de imaginería,y lo hice de la mano de mi buen amigo que en paz descanse, Manuel Gracia Alvarez, persona de gran cultura cofrade, que no dudó en llevarme allí al conocer mis inquietudes y mi afición a la imaginéría. Al entrar en el taller el olor a cedro y las desgastadas gubias me atrajeron hacia el banco donde trabajaba el imaginero, me encontraba en el taller del artista gaditano Francisco Javier Geraldia.
Tras un largo periodo de tiempo contemplando todos aquellos bustos de Cristos y dolorosas inacabados, y tantos y tantos bocetos, comprendí que tenía que volver a ese lugar, pero no de visita sino para intentar aprender algo de ese oficio que tanto me atrajo.
Una llamada de Manuel Garcia me confirmó que Francisco Javier me había admitido como alumno suyo.Fué entonces cuando empecé a modelar.Mas adelante conocí al escultór isleño Salvador Garcia Piñero "Boro"que me inició en el arte de la talla con su magisterio pleno de sencillez y sabiduría.
Sin embargo, estos primeros días no hicieron más que revivie una serie de experiencias y vivencias que había acumulado desde mi niñez en mi ciudad nata, Medina Sidonia.En esta hermosa localidad gaditana entre la sierra y el mar, nací el 19 de noviembre de 1975, en una familia en la que se respiraba cierto ambiente artístico y un regusto por nuestras tradiciones religiosas.
A mi madre y a mis tíos escuché muchas veces referir como mi abuelo Alfonso Trujillo había restaurado en su taller de la calle Moritos varias imágenes que todavía procesionan en la semana santa de mi pueblo:el Cristo de la buena Muerte, la virgen de los dolores de la cofradía del Nazareno,el San Sevastian de la parroquia de San Juan de Dios.....; y como de su mano habían salido tallas paraotros lugares de Andalucía, obras pictóricas restauradas y multitud de esculturas y piezas de diversa temática.Algunas antigüas fotos y varios recuerdos familiares son un testimonio que hoy conservo como preciado don.
Mi formación hasta entrar en el taller citado había sido autodidacta.Desde pequeño me habían fascinadolas piezas del Belén, las miniaturas de Cristos y vírgenes, entrar en las iglesias de Medina para contemplar las valiosas i´mágenes que guardan: el impresionante Cristo del Perdón atribuido a Pedro Roldan, el Nazareno de Villegas, el Cristo de la Reconciliación y Paz probablemente de la mano de Vázquez el viejo, el Cristo de la Sangre que dicen talló Alonso Cano, las imágenes del desaparecido convento de San Francisco que creara Martínez Montañés.......y, como no, la maravilla del retablo de la iglesia de Santa María la Mayór la Coronada.

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